Indudablemente uno de los bienes más preciados en esta tierra es la paz. El hombre lucha con todas sus fuerzas por alcanzarla con medios que no son los apropiados, porque la paz que el hombre necesita no puede ser lograda con fusiles, ni con acuerdos políticos fruto del corazón del hombre, y que no son duraderos. Jesús de Nazareth es la fuente inagotable de paz para todo aquel que deposite su fe en Él.
Cristo Nuestro Salvador
Y en ningún otro hay salvación; porque no hay otro nombre bajo el cielo, dado a los hombres, en que podamos ser salvos.
Hechos 4:12
Cristo Nuestro Sanador
Ciertamente llevó Él nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios.
Isaías 53:4
Cristo Nuestro Santificador
Y el mismo Dios de paz, os santifique por completo; y todo vuestro ser, espíritu, alma y cuerpo, sea guardado irreprensible para la venida de nuestro Señor Jesucristo.
1 Tesalonicenses 5:23
Cristo Nuestro Rey venidero
Porque el Señor mismo con voz de mando, con voz de arcángel y con trompeta de Dios, descenderá del cielo; y los muertos en Cristo resucitarán primero.
1 Tesalonicenses 4:16
Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en Él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.
Juan 3:16
La Biblia nos enseña que Jesús es la Luz del mundo, y que Él determinó que sus discípulos serían sal y luz en esta tierra. El Templo Alianza es una iglesia que anhela compartir esa maravillosa luz que nos lleva de la esclavitud a la libertad.
Ps. Miguel Mendoza León